Estos
pares tienen que ver con la unión de partes físicas y la relación que
se ha encontrado con algunos estados emocionales, en las ruedas de
kinesiología se encuentra la relación que existe entre los meridianos de
acupuntura englobados en una especie de esferas, en dónde cada emoción
se le ha signado un órgano correspondiente.
Este
tema de biomagnetismo y su relación con las emociones lo revisamos en
el diplomado en la Universidad de Chapingo en México, debe entenderse
como una teoría que engloba conceptos de kinesiología, acupuntura,
psicología, física y anatomía, trataré de dar la parte psicológica. En
especial este tipo de temas genera mucha polémica, entiendo todas las
preguntas que deriven de una información como esta, pero no quiero dejar
la oportunidad de presentar el tema bajo un marco teórico psicológico,
desde la entrada anterior revisamos un poco la somatización y algunos
conceptos desde el manual DSM-IV, así que analicen la información y
espero que surjan dudas y debates.
Al
paso del tiempo van surgiendo paradigmas que tratan de explicar y
entender los fenómenos de algún campo, en este caso, dentro del área de
la salud, aparece el Par Biomagnético, un concepto que trata de la
aplicación de imanes en diferentes puntos corporales a pacientes con
diferentes patologías, el Dr. Isaac Goiz Durán es quien desarrolla esta
teoría, como la casi totalidad de información referente a esta terapia
que en ocasiones es considerada medicina complementaria, sus fundamentos
así como la propia definición del nombre de la terapia provienen de los
escritos del Dr. Goiz Durán.
En
el libro “El par biomagnético” (Goiz, I. ; 2000) el Dr. Goiz define al
par Biomagnético como “el conjunto de cargas que identifican una
patología y que está constituido por dos cargas principales de polaridad
opuesta, que se forman a expensas de la alteración fundamental del pH
de los órganos que las soportan”.
Lo que propone el Dr. Goiz es que “la
salud depende del pH tisular y celular, que debe permanecer cerca de
los valores de la neutralidad, que pueden ser detectados y ajustados por
medio de campos magnéticos de mediana intensidad”; lo anterior hace
referencia a la teoría del citado Dr. de que cuando el NEN (nivel
energético normal, término también creado por el Dr. Goiz) sale de
balance existe ya sea una polarización o despolarización que involucra a
un órgano u órganos, tejido o tejidos y sistemas, alterándose a su vez
el pH de la región comprometida, disparándose los niveles ya sea de
alcalinidad o acidez, y es en este momento en que se hace presente la
patología o alteración física.
El Dr. Goiz aplica este fundamento para casi la totalidad de padecimientos que el humano pueda desarrollar.
La
hipótesis sobre la alteración del NEN se ha hecho por observación o por
ensayo prueba – error (no se encontraron datos de medición de ningún
tipo ni experimentación en laboratorio o campo), el Dr. propone que el
NEN se ve alterado cuando alcanza los 1000 gauss o su equivalente
energético, y el método para la corrección de este desequilibrio sería
el uso de imanes para generar un campo magnético con esta base de mínimo
1000 gauss en adelante para llegar a restablecer la salud, ya que se
estaría restableciendo el nivel de pH adecuado con el cual trabajan las
diferentes partes del cuerpo.
Es
posible que una teoría conocida como polaridad, además del magnetismo
hayan permitido el desarrollo del Par Biomagnético, Michelle Guay (2001)
en su libro “La anatomía
energética y la polaridad” (siguiendo en el campo de las terapias
complementarias) propone que el cuerpo está dividido en polaridades y
cuando estas polaridades salen de su estado de equilibrio el organismo
se altera, la manifestación de dicha alteración sería la variación en
la respuesta del sistema inmunológico, malestar y/o dolor en el cuerpo,
así como el desarrollo de enfermedades, pero va más allá de lo físico y
plantea que un desequilibrio que ella llama energético, que va en
relación directa al desajuste de las polaridades del cuerpo puede
provocar una alteración mental; haciendo un análisis e la propuesta de
su teoría, se encuentra que ella se respalda y utiliza textos y
tradiciones como la Ayurveda y en la teoría del Dr. Stone, considerado
como el creador de la teoría y terapia de polaridad, ya en la parte de
conclusiones y de resultados reconoce que no hay pruebas científicas de
la eficacia de su teoría puesta en práctica.
Siguiendo
la línea de las terapias complementarias y con la propuesta revisada de
Michelle Guay nos encontramos con una teoría y práctica más antigua
aún, derivada de un planteamiento de Ramacharaka (1982) que es encontrar
la clave de la salud, y en su libro “Naturismo, ciencia de la salud”
propone que la única causa general de todas las enfermedades es el
deficiente funcionamiento de las células, lo que quiere decir entonces,
bajo este planteamiento es que toda enfermedad es
una enfermedad de las células, esta afirmación que en su libro lo
plantea más bien como una creencia, nos hace referir al trabajo del
Doctor Alexis Carrel que dedicó 124 escritos al cultivo de tejidos, en
los cuales trata de demostrar que la célula es inmortal, y que la
degeneración, el envejecimiento y muerte de la misma es más bien
provocado por el fluido sobre el cual flota, por lo que sugiere que si a
la célula se le mantiene sobre un fluido apropiado y con renovación de
los elementos adecuados en teoría podría mantenerse viva de forma
indefinida.
El
par Biomagnético entonces trata de fundamentarse en esta hipótesis, que
es trabajar directamente sobre la célula y sobre el fluido sobre el
cual se soporta y alimenta esta célula.
Desde
esta teoría celular parte entonces el interés de encontrar la
afectación o no desde el campo del pensamiento hacia la propia célula,
es decir, de que manera nuestra mente a través del pensamiento genera
alteración celular y de que manera abordarla para corregirla, así en el
tratamiento al paciente se le estaría abordando directamente la parte
física pero brindando a la vez el soporte psicológico que le permita no
alterar desde el estado mental lo que se ha logrado equilibrar con la
terapia de Biomagnetismo o cualquier otra de nivel físico, y más allá,
de que manera se le puede capacitar mediante terapia psicológica a la
mente de un paciente para que desde su estado mental recupere la salud
en caso de que en algún momento de su vida presente alguna enfermedad.
La Psicología
Apoyándonos en el Manual de Psicología
(Bersanelli: 1979), la psicología tiene un significado etimológico,
compuesto por “psyche” que quiere decir alma y “logos”, tratado o
estudio, al unir estos dos significados tenemos que Psicología es el
tratado o estudio del alma, misma que ha derivado a que se entienda alma
y mente como un solo término; sin embargo al tratar de considerar a la
Psicología como una ciencia y no tener de manera clara y exacta lo que
es el alma, no por carecer de una definición sino por carecer de un
aspecto que se pueda medir, esta definición quedaría limitada, es donde ya
las neurociencias intervienen definiendo el alma como el proceso de
información que lleva a cabo el cerebro, tratando de alejar de esta
forma el aspecto metafísico sobre el cual pudiera entenderse a la
Psicología, afinando aún más
este concepto y ampliando el significado, la Psicología abarca también
la conducta humana, y la relación que vive cada ser humano, la
intrapersonal y la interpersonal, es decir abarca un aspecto social,
biológico y desde la aportación de Victor Emyl Frankl, considerada su
teoría como la tercera escuela de Viena, agregándose un aspecto
espiritual, haciendo referencia a la búsqueda de sentido de la vida.
Con
el interés de relacionar las emociones al cuerpo, intentos que se
remontan a pensadores antiguos, el biomagnetismo propone lo siguiente:
cada emoción se manifiesta con un desequilibrio biomagnético cambiando
con ello la bioelectricidad del cuerpo, un síntoma emocional persistente
ocasionará una alteración física, este pensamiento es el que rige la
terapia de biomagnetismo psicoemocional.
Ahora revisemos algunos pares psicoemocionales y su aplicación:
Hígado - Corazón (par psicoemocional para la ira)
Corazón - Vejiga (Par psicoemocional para el resentimiento)
Temporal derecho - temporal derecho
(par psicoemocional para la agresividad física y sentimientos de crueldad)
Bulbo raquídeo - corazón
(par psicoemocional para sentimientos de crueldad)
Sien derecha - corazón
(par psicoemocional para sentimientos de tristeza, que pueden derivar en vitiligo y fenómenos de pigmentación)
Rótula - Rótula (par psicoemocional para la ansiedad)
Riñón izquierdo - ojo izquierdo (par psicoemocional para el miedo)
Bazo - hipotálamo
(par psicoemocional relacionado con la pereza)
Es
recomendable combinar esta terapia de pares biomagnéticos
psicoemocionales y alguna terapia psicológica, otras terapias que pueden
combinarse son terapia de regresión, extractos de flores de bach, entre
muchísimas otras terapias complementarias.
Esperamos
que la información les sea de utilidad y que se generen muchas dudas al
respecto para que dentro de su investigación lleguen a conclusiones.